miércoles, 14 de enero de 2009

DISEÑO CURRICULAR NACIONAL 2009: RELIGION

El DCN 2009, en general, es más coherente y está mejor articulado entre ciclos y niveles educativos que el DCN 2005. Es interesante el elenco de las intenciones educativas planteado como propósitos; esperemos que siempre se tengan en cuenta.

En el Area de Religión, en general, se puede percibir intenciones de mejora y cambio en los tres niveles, especialmente, en inicial y primaria, pero el de secundaria resultó entreverado conceptualmente, y confuso metodológicamente. Veamos algunas observaciones por niveles:

EN NIVEL INICIAL
Han recogido con acierto la práctica educativa de muchos centros iniciales en religión. En el DCN anterior apenas se hacia mención a la experiencia religiosa de padres, niños y docentes.
En este DCN los Programas curriculares del primer ciclo, en el Area de relación consigo mismo han introducido, con acierto, la competencia Testimonio de Vida, que comprende, para esta edad, palabras, gestos, melodías en relación con Jesús en un entorno de afecto y cariño cristianos.
En el segundo ciclo (3-5 años) en el Area de Personal Social se ha introducido con mejor criterio la competencia Testimonio de Vida en la formación cristiana, que rescata por una parte la confesión y práctica religiosa de los padres del niño; el respeto a la opción religiosa de cada familia, y la vivencia del Año Litúrgico.

Los puntos flojos de este programa de inicial son los contenidos. Los niños a partir de los tres años ya aprenden a hablar con Dios por medio de la oración. Echamos en falta más pasajes de la vida de Jesús, algunos milagros y parábolas, que atraen y gustan a los niños de estas edades.
Este programa se puede desarrollar magníficamente, pero hay que capacitar a los docentes de inicial en la diversificación en religión, y en un mejor manejo de los contenidos.

NIVEL PRIMARIA
En general, el programa de religión está mejor organizado, más sencillo y práctico.

Fundamentan el programa curricular de primaria con lo siguiente:“el aporte más significativo del área es la formación en valores” (pag. 271) Esta afirmación esconde una lamentable reducción de la religión a una ética. No hace falta enseñar religión sólo para formar en valores.
Se enseña religión para que el alumno conozca y ame a Jesucristo Salvador, y sea su discípulo y misionero. Lo conocerá por medio de la Biblia y el Catecismo de la Iglesia, que es el compendio de la experiencia de la Iglesia en el amor a Jesucristo; aprenderá a amar a Jesús por medio de la oración personal y litúrgica, con la recepción asidua de los sacramentos, y en la participación de la vida comunitaria de la iglesia; y será discípulo y misionero de Jesucristo con los demás.
La terminología que usan los que redactaron el programa de religión católica, en su mayor parte, no reflejan concimiento y manejo de la terminología del Catecismo de la Iglesia.
Asimismo, introducen dos “organizadores: formación de la conciencia cristiana y testimonio de la vida cristiana”(Pag.272). Estos organizadores hacen las veces de capacidades de área o por lo menos así lo intentan.
Al reducir el área de religión a una ética religiosa, se plantea un organizador como “formación de la conciencia cristiana”, y se olvidaron que religión no se enseña sólo para formar una conciencia, sino una personalidad cristiana, y eso abarca unos principios de donde se derivaran unos valores. Creo que este organizador no abarca todos los contenidos que propone el programa; o por lo menos la frase no es feliz. Seria conveniente cambiar con otro más preciso, y que tenga relación con el segundo organizador.
El organizador ”testimonio de vida” es pertinente entendido como práctica coherente de unos principios y valores cristianos. Tiene que apuntar a compromisos más concretos de testimonio personal, familiar y comunitario.
En cuanto al elenco de contenidos, por ejemplo, en primer y segundo grados, muchos de ellos se repiten en ambos grados, lo que hace reiterativo al programa y confuso para el docente.
Se propone formación en valores y se olvidaron de proponer con mayor detalle cada uno de los mandamientos que son los principios de donde nacen los valores cristianos.
En cuanto a los sacramentos, sólo se hace alusión a la Eucaristía y al Bautismo, ¿y los otros?
Echo en falta, y esto es grave, la perspectiva y el enfoque de “Aparecida”, que apunta a la renovación de la educación en la fe en Latinoamérica y el Caribe.
Se ha perdido una gran oportunidad de renovar el programa de religión, porque este programa plantea más de lo mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yurileo2@gmail.com

Martha dice : Espero q estes bien y la familia siempre es eterna

Lima42